Consejos para movilizarse en bicicleta con lluvia, frío o intenso sol

Como dice la expresión, «así llueve, truene o relampaguee», movilizarse en bicicleta también es un acto que no se ve limitado por las condiciones climáticas. Siempre y cuando no se viva una situación de peligro inminente, podemos pedalear con seguridad y comodidad tomando ciertas precauciones básicas que te compartimos.

Como lo hemos explicado en más de una ocasión en Masa Crítica, convertir en una rutina el utilizar la bicicleta como medio de transporte trae consigo una serie de ventajas para todos: hacer ejercicio regularmente, ahorrar dinero, y disminuir la huella de carbono.

Hay un beneficio adicional del que poco se habla, y ese es el control. Si estás esperando un autobús o estás atrapado en el tráfico, no tienes el mismo nivel de control en esa situación que si te trasladaras en tu bicicleta. De acuerdo con un estudio que se publicó en The Journal of Transport and Health, “para muchos ciclistas, es uno de los pocos momentos de la jornada laboral en los que tenemos control sobre lo que estamos haciendo”.

Pero sabemos que para más de uno puede resultar desalentador usar la bicicleta para sus tareas cotidianas, en especial si el clima, entre otros factores, atentan contra la comodidad.

Esto es lo que debe saber un usuario de dos ruedas para moverse de un lado a otro, sin lucir agitado o descompuesto.

Llegar tranquilo y sobre todo fresco

Mountain bike frame with a water bottle
Mountain bike frame with a water bottle by Markus Spiske is licensed under CC-CC0 1.0

Es normal y común que el primer temor al trasladarte en bicicleta es tener que acudir a cualquier sitio con manchas de sudor, sobre todo en el área de las axilas.

La manera más simple de sortear este inconveniente es evitar los viajes rápidos y apurados. Y esto significa calcular un tiempo prudencial para llegar a tu destino, sin la necesidad de correr o «picar». Mientras más pausado puedas hacer este movimiento, es menos probable que transpires de más.

Otra opción para combatir el sudor es comprar una bicicleta eléctrica o una bicicleta con un pequeño motor de asistencia eléctrica. Según una guía que preparó el New York Times, con una batería pequeña y recargable, el motor funciona solo si estás pedaleando y no agrega demasiado empuje. Esto puede facilitar pedalear cuestas empinadas, incluso si tu bicicleta está cargada de niños y comestibles.

Finalmente, para limitar la humedad corporal, lo mejor será intercambiar la mochila, cuya fricción en el cuerpo solo hará que sudes inevitablemente, por un portaequipajes, una cesta o una alforja en la bici.

Preparados para la oficina

White bike
White bike by El Stadnik is licensed under CC-CC0 1.0

Si la intención es usar la bicicleta para movilizarse a los trabajos u oficinas, lo más sano y recomendable es contar con un cambio de ropa extra en un cajón del escritorio o casillero. Esa estrategia es útil en emergencias relacionadas con el clima. Esto es todo lo que necesitas:

  • Ropa adicional. Bill Nesper, director ejecutivo  de la Liga de Ciclistas Estadounidenses, dice que siempre tiene un par de zapatos de vestir y una chaqueta y camisa adicionales en su oficina. “Me pongo mis zapatos deportivos al salir y luego me pongo mis zapatos de trabajo una vez que llego”.
  • Periódico. Rellenar los zapatos deportivos con papel periódico ayudará a que se sequen durante la noche, antes de salir nuevamente en la mañana.
  • Artículos de tocador. Considera mantener un kit para «refrescarse» en un cajón del escritorio o casillero, que incluya talco, que deshumidifica los pies empapados; champú seco, que puede dar al pelo un aspecto de recién lavado, sobre todo si ha sido maltratado por el casco o la gorra; toallitas húmedas; una pequeña plancha para el cabello; y, por supuesto, un desodorante extra.
  • Toalla. Si la humedad te vence, o la lluvia, tener una toalla limpia levantará tu estado de ánimo más de lo que crees. El viernes guárdalo en tu bolso, dentro de una funda, y llévala a casa para lavarla.
  • Refrigerios. Siempre ten a la mano barras de granola, nueces, frutos secos u otra merienda saludable, de tu agrado, si sientes un bajón de energía antes de hacer la marcha regreso a casa o a otro punto.

¿Y si es lo contrario: mucho frío?

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Photo by Ronê Ferreira on Pexels.com

Una regla general cuando te preparas para pedalear en clima frío es comenzar con un poco de frío, valga la redundancia. Porque después de unos 10 minutos de pedaleo, calentarás bastante bien y, si te cubres demasiado, el sobrecalentamiento puede ser más que incómodo y agotador.

Primero, considera la regla de las capas. Esta es una técnica de vestimenta que implica usar diferentes capas de ropa con el propósito de absorber y atrapar el calor, a la vez que se bloquea el frío.

Lo ideal, de acuerdo con la información de active.com, es usar una tela absorbente y ligera cerca de la piel. Este tipo de prenda absorberá la humedad de la piel, manteniéndola seca junto con la ropa y así evitar la pérdida de calor por evaporación.

Luego vestir prendas térmicas que retienen el calor a la vez que bloquean el aire frío y el viento. Las telas como el nailon y el poliéster sirven bien para este propósito. Las naturales, como la lana y el algodón, se pueden mojar del sudor y permanecen húmedas. Esto genera el efecto contrario: mientras más humedad, más frío.

Finalmente, cubre tu cabeza. Alrededor de 30 % del calor del cuerpo se pierde a través de la cabeza. Si se mantiene caliente, su cuerpo permanecerá igual. Dependiendo de la severidad del frío, se pueden usar diferentes niveles de protección para la cabeza, como las bandas o los calentadores de oídos.

Qué hacer cuando llueve

La prenda de vestir más importante para combatir la lluvia es una chaqueta impermeable . No solo mantendrá el torso seco, sino que también ayudará a regular la temperatura del cuerpo. Cycling Weekly dice que GoreTex es el mejor material ya que es impermeable y transpirable, fundamental para no sobrecalentarse.

Puedes evitar las salpicaduras de barro con guardabarros. Puede que no se vean muy bien y que suenen, pero son esenciales.

Desde que el neopreno se puso a disposición del vestuario cotidiano, han surgido varias propuestas de vestimenta útil, como cubrecalzados y guantes resistentes al agua. 

Las salidas de aire en los cascos son geniales cuando hace calor, no tanto cuando llueve. Una gorra de ciclismo que se usa debajo del casco es una buena barrera para la cabeza, y la visera brinda protección adicional para los ojos contra el rocío.

«Días trampa»

Así como muchas dietas admiten los días de ‘hacer trampa’ para darte un gusto con alguna golosina o una bandeja de papas fritas, no es el fin del mundo si un día no usas tu bicicleta en tu jornada. Sea porque esté lloviendo, hace mucho calor, mucho frío, o simplemente no te sientes con ganas de pedalear.

No existe una regla, ni siquiera en Masa Crítica, que diga que biciusuarias/os tienen que ser estrictos o que deben sentirse culpables por no pedalear un día.

La idea de la movilización sostenible realmente es combinar diferentes tipos de transporte. En la mayoría de los casos, los biciusuarios son los primeros en ser usuarios inteligentes de tránsito, usando autobuses urbanos o sistemas de metro que permiten bicicletas en ciertos vagones y así van alternando entre ellos. Algo que también se conoce como intermodalidad.

Y si esas no son opciones para un día en específico, pues deja tu bicicleta en casa y comparte un taxi con algún colega o compañero que necesite llegar al mismo punto que tú o cercano.

#LaBiciEsElCambio


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